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banqueros como esos…

[Refiriéndome a la crisis decía:] La ceguera colectiva de los políticos y de su aislada corte estatocrática, que no les permitía ver ni remotamente el problema, fue una ceguera institucional. Ceguera originada y acentuada por un Estado sin cultura productiva ni responsabilidad fiscal. En otro entorno cultural, este autoengaño no se produce. Me atrevo a sugerir que en Cataluña, con una cultura más puritana que allende el Ebro, este autoengaño fue, en cualquier caso, de menores dimensiones. Claro está, hubo especuladores como en cualquier otro lugar, pero eran muchos los que veían lo que se avecinaba. Algunos temblaban, pero los más sagaces actuaron. Véase si no la historia de La Caixa con la inmobiliaria Colonial. En 1991 La Caixa toma el control de la vieja inmobiliaria, diversifica su negocio orientándolo al alquiler de oficinas de prestigio, la saca a Bolsa y la internacionaliza comprando una destacada inmobiliaria francesa con abundantes inmuebles terciarios en París. El negocio va viento en popa y sus acciones se cotizan por encima de 500 euros. Sorprendentemente, en plena euforia inmobiliaria, a principios de 2007, La Caixa se desprende de la Colonial. Tenía el 40% de las acciones y se queda solo con el 5%. A tiro pasado, nadie necesita ser un experto para darse cuenta de que la vende en el momento oportuno. Antes de un año estalla la crisis y en enero de 2009 las acciones de Colonial se cotizan a menos 15 euros. Banqueros como estos son los que yo quiero. Pero hubo muchos «banqueros» que continuaron negando la burbuja y siguieron comprando. ¿Les suena Bankia? Dicen que la avaricia rompe el saco, pero, dejándonos de ironías, en términos profesionales no era muy difícil adivinar que, tarde o temprano, los 17 años de continuada subida de los valores inmobiliarios se tenían que acabar. La verdadera pena es que gracias a este Estado tan burdamente miope hemos perdido toda la red de Cajas de Ahorro. Una red que estaba bien amarrada al territorio y que, bien regulada, continuaría dando servicio a las empresas medianas y la economía local. Una verdadera lástima.

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Responsabilidades del PSC (Serra + Iceta)

Cuando se habla de la crueldad de la crisis, paro, desahucios, etc., enseguida sale el nombre de BANKIA y de Rodrigo Rato. Muy bien. El coste de su rescate a pagar entre todos los españoles ha sido de "22" (unos 22.500.-millones de euros), pero resulta que el rescate de CatalunyaCaixa, a pesar de ser una entidad de menor tamaño, ha resultado de "12" (12.624.000.000.- €), más del doble de todos los recortes sufridas en Cataluña desde 2010, en cambio casi no se habla de sus responsables. En concreto se habla poco del señor Narcís Serra que fue su presidente desde 2005 hasta 2010 cuando el desastre ya estaba cantado. Qué coincidencia, como el Sr. Rato también fue vicepresidente del Gobierno de España.

No se trata de una manía especial a su persona, pero sí se trata de una persona de gran relevancia política. No hay forma de olvidar que el Sr. Serra fue por 4 veces cabeza de lista de los socialistas en la demarcación de Barcelona. La última de estas veces más de un millón y medio de catalanes el votaron. Miles de ellos están hoy en paro o han sido desahuciados. De menor resonancia pero no de menor importancia, hay que recordar que Narcís Serra fue Primer Secretario del PSC de 1996 a 2000.

Se habla de que puede ser acusado, junto a otros responsables de CatalunyaCaixa, de sobresueldos, indemnizaciones exageradas o mala gestión. Este es un tema en manos de la justicia española donde la ciudadanía catalana decidirá muy poco. Dependerá de unos jueces y unos fiscales bastante ajenos a la ética y la estética catalanas. Tengámoslo claro, cuando vemos la dimensión del agujero económico y del daño causado los sobresueldos son el chocolate del loro. Un daño no sólo en términos de paro y de desahucios, sino también en empresas cerradas y en pérdida de capacidad de decisión local por el derrumbe del sistema de las cajas de ahorro tradicionales. Parece razonable que, más allá de posibles causas penales, lo que corresponde es pedir responsabilidades políticas. Y más cuando esta gente se presenta a las elecciones como socialistas defensores del pueblo trabajador. Hay que ser conscientes de ello, Caixa Catalunya ha estado históricamente en manos de la Diputación de Barcelona y ésta, desde 1979 ha sido controlada por el PSC. Hay, por tanto, una evidente responsabilidad de este partido, del que el Sr. Serra aún es militante.

Sabemos que las cosas no son tan simples. Que no sólo se trata de buenos y malos. Sabemos que el Sr. Serra hizo unas declaraciones diciendo que había avisado al presidente del Banco de España de que la regulación financiera era incorrecta y del peligro que corría el sistema financiero, pero que ni le quisieron escuchar. Nos creemos al Sr. Serra, pero esto no basta. Sabemos también, porque era vox populi, que cuando entró ("con muchas ganas" y en contra de la opinión d Maragall, lo sabemos de primera mano) a la presidencia de Caixa Catalunya, la entidad no iba demasiado bien. Estaba enfrascada en una expansión desorbitada orientada al ladrillo especulativo y en absoluto dedicada a la finalidad fundacional de financiar la economía productiva o la compra de vivienda con fines sociales. Sabiendo todo esto, la pregunta es clara: hizo algo el Sr. Serra para corregir tal perversa estrategia? Si lo hizo nos lo debería contar. Si no lo hizo, sepa que es políticamente responsable de una muy gran parte del dolor humano causado. Y sepa que la ciudadanía políticamente activa tiene la obligación de pedirle responsabilidades políticas.

Todavía podemos ser más comprensivos y llegar a entender que intentar detener la bacanal financiera del 2005 habría sido como si alguien quisiera detener una fiesta "justo cuando se encuentra en el momento más animado y todo el mundo está a punto de coger una borrachera", como declaró el Sr. Adolf Todó que sucedió al Sr. Serra y que acumula más de 17 años de dirección general en cajas catalanas. Ser comprensivos con este entorno de locura financiera puede que sea ser demasiado comprensivos, ya que en lugar de ir a "detener la fiesta", hay quien opina que más eran de los organizadores. A pesar de ello seamos comprensivos y aceptamos que la corriente general de desenfreno financiero empujaba muy fuerte. Pero para llegar a tal grado de comprensión nos falta algo. Nos falta que nos digan cuáles fueron los errores para no volverlos a cometer. Y, sobre todo, cuál debería ser la regulación para que el desastre no se repitiera. Debería ponerse al frente de un movimiento enfocado a adecuar la regulación financiera en España y en Europa. El Sr. Serra lo puede hacer porque se conoce el percal. Se mueve con soltura en el mundo de las altas finanzas, sabe dónde se han equivocado y sabe qué corriente lo arrastró. Entre el resto de los mortales hay poca gente que lo sepa. Por tanto, si iba de buena fe tiene el deber moral de "socialista" de asumir esta responsabilidad.

Igualmente, o todavía con mayor convicción, creo que su partido, y aquí apelo al Sr. Miquel Iceta, le debería exigir esta actitud. Y cito al Sr. Iceta porque, aparte de ser el Primer Secretario del PSC, es el hijo político del Sr. Serra, ya que fue éste quien se lo llevó a La Moncloa y le tuvo más de 5 años como director del Departamento de Análisis del gabinete de la Presidencia del Gobierno de España y él es quien siempre lo ha apadrinado. Los señores Serra e Iceta no son unos nuevos ricos de la política. No son ciudadanos de buena fe que aceptaron un nombramiento en un consejo de administración sin estar suficientemente preparados. Son personas cultas, con un altísimo nivel de formación y, sobre todo, son unos grandes estrategas. A ellos hay que pedirles esta responsabilidad "socialista". Si no responden querrá decir que todo su discurso es un bluf y una parodia. Un grave fraude político.

Josep Centelles i Portella

28 de diciembre de 2014,

Día de los Santos Inocentes.